Me conto mi abuelo, Bonifacio Arias que siendo su padre Guillermo Arias alcalde de
Mariel; se encontraban dos humildes pescadores Pedro Fernandez y Rufino Sanchez en sus labores cotidianas de pesca cuando sintieron un ruido no reconocido ,entonces pudieron ver como algo extrano, desconocido para ellos y el resto de los habitantes de la zona cayo en el fondo de una ensenada llamada “El Bajo”.
En esa epoca era como para hecharse a correr, pero los valientes pescadores decidieron ir en auxilio del joven piloto que vestia una extrana vestimenta, era nada menos que Agustin Parla quien se habia convertido en el precursor de la aviacion cubana, un hecho sin presedente en la historia de Cuba.
Ambos pescadores llevaron a tierra al joven piloto, ante la presencia del alcalde del Mariel, Guillermo Arias quien de inmediato se comunico con el Ministerio de Governacion y el consulado americano.
La noticia vuela ocupando las primeras paginas de los diarios y va mas alla de las fronteras cubanas. Agustin Parla se quedara alojado por mas de un mes ,en la casona de la familia Llanera.
El tiempo que permanecio fue el necesario para que mecanicos de la fabrica Curtis de los Estados Unidos hicieran la limpieza,reparacion. El avion era un monomotor de cuatro tiempos,el fuselaje era hecho de cana de bambu, tensores metalicos y tela gruesa enserada. Tambien tenia dos flotadores, para el aterrizaje y el despegue del agua.
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